Saigo Tanomo “Leyenda, Fe, y perseverancia”
Saigo Tanomo
“Leyenda, Fe, y perseverancia.”
Por: Máximo Roy Fernández Rodríguez.
Este excelente maestro descendiente de la sexta generación del Emperador Seiwa (Seiwa Tenno). También fue conocido como: Chikanori Genzo (Hoshina Genshi) quien fuera un líder estratega, consejero y gran maestro de Artes marciales en el Clan Aizu, (En Aizu Wakamatsu, prefectura de Fukushima) Nació en la familia Kikuchi el año 1829, en kyushu y murió en 1905.
Estudió el secreto arte del “In Yo Ho” (Método del “Yin Yang,” relacionado con las estrategias del Aiki, un sistema de unificación de las energías vitales, a través del control de la respiración, para contrarrestar los ataques de cualquier oponente aprovechando la fuerza y agresión de este último), con su maestro Takeda Soemon (1758- 1853).
También fue un gran conocedor del arte de la espada conocida como Misoguchi Ryu y Koshu Ryu, entre otros estilos de artes marciales relacionadas con el vasto arsenal que estudiaban los samuráis de este denominado Clan.
Saigo Tanomo, realizó una ardua y meritoria labor al escribir nuevos manuscritos, nombrados “Makimonos,” después de revisar los más antiguos, los cuales entregó con copias a las familias de los principales “Hatamotos” (Samuráis de alto rango e importancia) del Aizu Han.
La vida de este culto e importante maestro del Arte del Oshiki Uchi, está matizada por hechos de gran relevancia histórica y legendarios episodios, pero a su ves, marcada por facetas dolorosas, tales como la incomprensión que se tuvo de su gran visión, cuando aconsejó al Lord Matsudaira, de la inminente destrucción del Clan Aizu y la posible estrategia de evitar un enorme derramamiento de sangre, si se valoraba el no enfrentar a las fuerzas imperiales y a los clanes aliados que se les sumaban. De no ser así, como finalmente aconteció, él trató de hacer ver, que esto traería consigo la oposición a los cambios propuestos por el Emperador durante la llamada “Restauración Meiji” y ocasionaría un genocidio, para las familias del Clan y por ende, la perdida de su genealogía. Lamentablemente sus sabios consejos no fueron escuchados, y él fue injustamente, casi tildado de traidor y enviado a Hokkaido a cumplir una misión dada.
Lo que sucedió después fue algo “heroico,” pero a su vez terriblemente innecesario. Finalmente “El Clan Aizu” cayó bajo el potencial bélico de las armas de fuego empleadas por el gobierno imperial, después de una sangrienta batalla, producto de su gran resistencia.
La familia de Saigo Tanomo, al creer que este había muerto y a su ves manteniendo los principios e ideales de sus códigos tradicionales, los cuales a su entender serían abolidos y mancillados por los nuevos cambios que se vaticinaban por el naciente gobierno, cometieron el ritual de suicidio (Sepuku) por el método conocido como “Harakiri.” Entre ellos se encontraban, su madre, su esposa, cinco hijas y otros catorce miembros de su familia.
A su regreso de su misión, Saigo Tanomo se encuentra entre el caos y la soledad, pero con un espíritu abnegado, se yergue ante este doloroso suceso y se convierte en Sacerdote Shinto, cambiando su nombre por el de Hoshina Genshin. Él, entonces comienza a residir en el templo de “Tsutsukuwake,” en Fukushima. Es allí, que él persevera y se dedica a recopilar todos los documentos del legado del Clan, incluyendo un gran número de técnicas del Oshiki Uchi, muy bien organizadas, (semejantes a las que fueron enseñadas, mucho tiempo después por Takeda Sokaku. De lo cual dan fe los manuscritos pertenecientes a Shiota Haginojo Akihiro, abuelo de Saigo Tanomo) y es en estos tiempos que él decide adoptar como hijo a Shiro Shida (1863- 1922), conocido después como Saigo Shiro, para enseñarle el arte del Oshiki Uchi y así preservar la tradición del mismo.
Desafortunadamente Shiro, abandona este propósito por algún tiempo, y se integra al naciente “Kodokan Judo,” que ya venia desarrollando el maestro Jigoro Kano, su fundador. Shiro Saigo le brinda gran reputación al Judo de Kodokan, al derrotar en todos sus enfrentamientos con otras escuelas de Jujutsu, a sus oponentes con gran destreza, en los cuales utilizó variantes de técnicas, que Saigo Tanomo, su padre, le había enseñado, como por ejemplo; la famosa “Yama Arashi” (Tempestad en la montaña). Esto fue recogido en la novela “Judo Saga” que inmortaliza la vida de Shiro, el cual se conoce como “Sugata Sanshiro.”
Estableciendo un paréntesis aclaratorio, es de suma importancia exponer que Saigo Tanomo, enseñó, con anterioridad a estos hechos, a muchas personas más, descendientes de las familias del clan, y amigos personales de él, que por injustas acusaciones, fueron expulsados antes de la caída del dominio Aizu, y que estos se mantuvieron en absoluta privacidad con nuevas identidades, enseñando las tradiciones marciales del Oshiki Ushi, solo a sus familiares más cercanos, después de establecerse en otras áreas del Japón, tal es el caso de Ichikawa Yasuhiro, Hanmura Iezuke, Hanmura Morimasa, Shima Taro, entre otras personalidades que encabezaron y dieron origen a lo que hoy es la organización privada denominada “Daito Ryu Aiki Bujutsu Saigo Ha Ko Ryu Rengokai” y otras que finalmente no se afiliaron, ni están actualmente relacionadas a esta. Esto está registrado en los epistolarios de estas familias, aunque no son del dominio público. En estas cartas también se habla, de las íntimas relaciones de amistad entre ellos y Saigo Tanomo y del considerable e impecable conocimiento técnico que Saigo poseía sobre el Oshiki Uchi).
Otra vez la misión del maestro Tanomo, parecía diluirse, pero en 1876, él conoce a Sokaku Takeda, en el templo Tsutsukowake. El joven e impetuoso Sokaku, era nieto de quien fuera su maestro (Soemon Takeda) y el mismo, que un tiempo después de este encuentro primario, se convirtiera en uno de sus principales alumnos y el “Chuko no So” o sea el restaurador y puente principal entre las dos épocas, la antigua y la moderna, lo cual permitió que el antiguo legado del Clan Aizu no desapareciera.
Saigo Tanomo, recomendó a Sokaku Takeda, el enseñar el arte públicamente, aun a personas no descendientes del Clan aizu, por ello, es Saigo Tanomo merecedor de un total reconocimiento por el esfuerzo y el trascendente éxito en la difusión y preservación del arte del Oshiki Uchi, hoy bien conocido como Daito Ryu aiki Jujutsu.
Es digno de destacar el interesante y hermoso legado ético-filosófico que Saigo Tanomo dejó para las generaciones subsecuentes de maestros y estudiantes del noble arte del Daito Ryu. Su elevado espíritu de perseverancia, de disciplina, de compasión y amor a la paz, se ha mantenido vigente en las organizaciones contemporáneas que siguen trasmitiendo sus sabias enseñanzas. Él nunca dejó de establecer como norma principal para sus alumnos, el mantener un paralelismo estricto entre “la instrucción y el conocimiento de las reglas de conducta y etiqueta y el aspecto combativo del Oshiki Uchi” (Daito Ryu).
A él se le atribuyen frases tales como:
“El conocimiento que crea humildad es parte de la sabiduría. Habilidades mantenidas con modestia son parte del Honor. Conocimientos y habilidades que promueven arrogancia forman parte de la estupidez.”
“Si un hombre admite que la armonía y la paz son sus objetivos, cree en su sabiduría. Si las desdeña, cree solo en su miedo.”
“Cuando busques a un hombre para enseñarle el arte de la guerra, escoge a aquel que más ame la paz.”
Es suficiente, aquí toda su personalidad queda resumida. Él, Saigo Tanomo, fue y aun es un paradigma a seguir por cualquier generación de personas que transiten, de manera correcta, el “Camino de las Artes marciales,” y más, para aquellos que todavía no lo han encontrado, pues él es un ejemplo inmaculado, de guerrero noble, de hombre sensible, de sabio intelectual y de gran maestro, características estas que en los tiempos que transcurren, emergentemente se hacen eminentemente necesarias para cada individuo, mucho más, cuando la felonía, la deslealtad, el cinismo, la envidia y el odio social, hacen presa del alma de los hombres y se exponen desmedidamente, manifestándose en los cada día más cotidianos abusos, contra la integridad humana, reflejados en las guerras y los conflictos socio- políticos.
Por este motivo, sobran las explicaciones. Se hace necesario un llamado a la reflexión, para el estudio de la vida, la conducta y la obra de hombres como él.
Nosotros por nuestro lado decimos en honor a su memoria: Maestro Saigo Tanomo- soke, su nombre no será olvidado, ni manchado mientras exista amor y compasión en nosotros, los que le comprendemos. Viva en la memoria de la nueva generación de Budokas que siguen fielmente el legado del Aizu Han, para que a pesar de los convulsos y difíciles tiempos por los que transita el Bujutsu o Budo, se mantenga vigente el mensaje que usted sabiamente supo dejar para el futuro del Daito Ryu: “Cuando se golpea la corriente de un río que fluye no quedan huellas sobre el agua”.
NOTA: Este escrito pertenece a la Asociación Cubana de Daito Ryu Aiki Bujutsu- Saigo Ha Ko Ryu, para el estudio y divulgación de las tradiciones de este Arte Marcial.