Samurái:
Clase guerrera del Japón o los miembros de dicha clase. Los samurái aparecieron como administradores provinciales que representaban a cortesanos ricos que residían en la capital, Kioto. En las provincias sin gobierno, estos oficiales eran reclutados entre los guerreros de los clanes de la localidad que se hallaban obligados por lazos de lealtad, y eran dirigidos por vástagos de la familia imperial, tales como las familias Taira y Minamoto. Al comienzo del periodo feudal en el siglo XII, el término hacía referencia a los seguidores militares de un daimio, que era un barón feudal bajo el mando del Shogun, o gobernador militar del Japón. La sustitución del shogunado Hojo por el Ashikaga en el siglo XIV llevó a un sistema aún más feudal, en el que los samurái poseían tierras que les eran concedidas por sus señores daimio, y recaudaban impuestos de los campesinos. Durante los turbulentos siglos XV y XVI, los samurái formaron el pilar de los ejércitos del clan, cuyos odios convulsionaron Japón. El shogunado Tokugawa, que finalmente restableció un gobierno estable en 1603, segregó a los samurái en ciudades fortificadas. Éstos formaron una clase propia dentro del rígido sistema Tokugawa, llevando dos espadas como símbolo de su casta y siguiendo un rígido código moral conocido con el nombre de Bushido. Durante el tranquilo periodo Edo, los samurái se convirtieron en oficiales del Shogun o del daimio, o en simples asalariados desocupados (Ronin). La pobreza obligó a algunos de ellos a renunciar a su condición o a dedicarse al comercio; otros se convirtieron en importantes eruditos o artistas. En 1867 renunció el último Shogun, y la clase samurái perdió sus privilegios en 1871 cuando todo el sistema feudal quedó abolido. Los daimio devolvieron sus tierras al emperador, se concedieron pensiones a los nobles y a sus guerreros, y se prohibió la costumbre de llevar espadas. En 1878, los nombres de daimio y samurái fueron sustituidos por los de kazoku o nobleza, y shizoku o clase acomodada, respectivamente.