Daimio:

(daimyo, en japonés, “la nobleza terrateniente”, literalmente “gran nombre”), señores feudales que dominaron Japón entre los siglos XII y XIX. Aparecieron como lideres de la clase samurai (guerreros), que durante el periodo de paz Heian (790-1185) administraron las propiedades provinciales dela nobleza civil que vivía en la capital Kyoto. En 1192 uno de los miembros de esta clase social, Minamoto Yoritomo, estableció una dictadura militar como sogún. Él y sus sucesores, los sogunes Hojo y los Ashikaga, premiaban con lucrativos derechos administrativos sobre propiedades de la nobleza a sus seguidores que así crearon las familias daimi. Todas ellas eran posibles rivales para desempeñar el poder hasta no ser investigadas por la autoridad central. Cuando este sistema se derrumbó en los siglos XV y XVI, el gran daimio destruyó a todos los demás, que fueron sustituidos por el daimio sengoku (estado en guerra), que peleó de forma constante e incluso se apropió de sus tierras, gobernadas desde los castillos. Finalmente la unidad fue restablecida por el líder daimio Oda Nobunaga y sus sucesores Toyotomi Hideyoshi y Tokugawa Ieyasu, quienes fundaron el sogunado Tokugawa en 1603. Bajo este sogunado existían casi 300 familias de daimio, todas ellas autónomas entre sí pero sometidas al poder del shogun y estaban obligadas a dejar a sus familias como rehenes en Edo (Tokio) y a atenderlos con regularidad. Los daimio fueron definidos oficialmente como señores cuyas tierras producían más de 10.000 koku (1.800.000 litros) de arroz al año. La clase daimio fue abolida en 1871 tras la caída del sogunado, y sus miembros pasaron a formar parte de un nuevo tipo de nobleza.